Texto seleccionado:
"Pero, inmediatamente después, advertí que, mientras deseaba pensar de este modo que todo era falso (aquí aparece de manera explícita que estamos ante la duda metódica) [...] es enteramente distinta del cuerpo (dualismo antropológico), más fácil de conocer que este y, aunque el cuerpo no fuese, no dejaría de ser todo lo que es."
➨ Nociones previas:
No olvidéis la metáfora de los círculos concéntricos, lo importante en la Parte IV del Discurso del método es reconocer que se está (1) aplicando la duda metódica para encontrar los fundamentos de una nueva metafísica. Esta idea os sirve como marco general para plantear todas las temáticas de esta parte. El segundo círculo que debemos localizar es (2):
a) reconocer si estamos ante los tres niveles de la duda metódica (falacia de los sentidos, mente diseñada para el error o dificultad para diferenciar la vigilia del sueño), o bien
b) reconocer si estamos ante la primera evidencia (pienso luego existo), segunda (ser perfecto -Dios-) o la tercera (mundo). Si este última apartado lo hacemos bien podemos añadir de qué sustancia se trata: sustancia pensante, perfecta o extensa.
Otros aspectos (3) que nos pueden resultar de utilidad son:
- Dejar claro que Descartes es un filósofo racionalista y que confía en la razón para llegar al conocimiento cierto. Por tanto, destacar que no es una duda escéptica.
- Que está buscando la evidencia, de acuerdo con la primera regla del método cartesiano.
- Si se hace referencia a la claridad y distinción, subrayar que su criterio de verdad es la evidencia, es decir, está rompiendo con el criterio de autoridad propio del periodo medieval. Para emprender el camino de la verdad, es necesario no recurrir a ninguno de los conocimientos hasta ahora aceptados, ni a ninguno de los principios heredados de los filósofos anteriores.
- Tener claro el dualismo antropológico y que , por el procedimiento de la duda metódica, llegamos a conocer con evidencia primero la sustancia pensante (el cogito) y, posteriormente, la extensa. Dios, aunque es la sustancia infinita y perfecta, no es la que primero se conoce.
➨Por otro lado, os apunto una posible temática del texto propuesto:
(Líneas de inicio)
(Tema) Descartes aborda en este texto la cuestión de la primera evidencia a la que llega a través del proceso de la duda metódica: el pienso, luego existo. Esta evidencia ( de acuerdo con la primera regla del método cartesiano) es al mismo tiempo el primer principio metafísico para fundar una nueva filosofía. Por otro lado, también se plantea el dualismo antropológico recogido en el segundo párrafo.
(Análisis) Nos encontramos ante una verdad indudable, pues supera firmemente los tres motivos de la duda expuestos con anterioridad a este fragmento (la falacia de los sentidos, la posibilidad de una mente diseñada para el error y la confusión entre vigilia y sueño). (Aquí os podéis detener en aclarar que esta primera evidencia es resultado de la duda metódica y comentar precisamente en qué consiste este dudar como procedimiento del método. Otra cuestión en la que os podéis detener es en aclarar que el "cogito, ergo sum" - pienso, luego existo- no es un silogismo, para ello podéis ver este apartado en los apuntes de Descartes)
Como vemos en la línea 6, Descartes quiere marcar distancia con respecto al escépticismo. Se trata de una duda metódica que tiene como finalidad construir un edificio seguro del conocimiento. Descartes es racionalista y confía en la razón humana como instrumento de conocimiento. Este colocar el cogito (el sujeto pensante) como el punto de partida o "primer principio de la filosofía que yo indagaba" (línea 9) para construir su sistema filosófico, justifica que se considere a Descartes como el padre de la modernidad
Por otro lado, cabe destacar que esta primera evidencia es una sustancia, -aquello que no necesita de otra cosa para existir-, cuyo principal atributo es el pensamiento: sustancia pensante. Así mismo, podemos reconocer en la parte final del fragmento el dualismo antropológico presente en la filosofía cartesiana. El pensamiento no sólo es distinto al cuerpo, sino que podemos pensar en su existencia independientemente del cuerpo. Del cuerpo dudo y, por tanto, a lo mejor no existe; pero mi pensamiento existe sin que yo pueda dudar de él. El yo pensante no necesita del cuerpo, de ahí que el pensamiento sea una sustancia.
Sin duda, nos encontramos ante una de las líneas más importantes de la obra, esta primera evidencia /el cogito va a suponer un punto de inflexión en el discurso cartesiano.(Líneas de cierre)
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